No nací sabiendo y he metido la pata en incontables ocasiones. Esto, que para algunos es un sacrilegio de magnitudes hercúleas y se empeñan en esconder- o no nombrarlo jamás- me ha valido para aprender muchos conceptos “de verdad” y obtener una visión más real de muchas cosas: no fiarme de los que nunca se equivocan e identificar algunas situaciones. Sigue leyendo
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